Sí, sí,
es lo que estáis pensando.¿ Es la cheesecake esta que está tan tan buena, y
sabe un montón a queso y a fresas y más fresas?
¡¡¡Pues
siiií!!! ¡Es esa!
Y es
que donde lleves esta tarta es éxito asegurado, aunque preguntad antes si hay
algún intolerante a la lactosa.
A
ver, como os lo explico, tiene una textura suave aunque podemos verla
consistente, y lo mejor de todo es que no empalaga ni se hace pesada. Y para
colmo, cuando llegamos a la fresas y a la mermelada… ¡Guau!
Id
corriendo a por boli y papel que allá va la receta!
Para
la base:
-Un
paquete de galletas digestive (unas 30 galletas más o menos)
-100gr
de mantequilla bien blandita (punto de pomada)
Cogemos
un bol,( las cantidades de esta tarta vienen perfectas para un molde de unos
20/25 cm) vertemos las galletas y comenzamos a machacarlas. Se tiene quedar
como una especie de polvillo. Mi consejo es que si tenéis robot de cocina, las metáis
dentro y las trituréis, así acabareis antes.
Cuando
ya tengamos bien machadas las galletas, vertemos sobre ellas la mantequilla que
previamente estará derretida, y hacemos una pasta con estos dos ingredientes.
Una
vez bien mezclado, ponemos sobre el molde de nuestra elección, y con una
cuchara vamos chafando hasta dejar una base de galleta no muy gorda y bien
aplanada.
La
metemos a la nevera mientras hacemos la crema.
Para
el relleno:
-900gr
de queso crema.
-200ml
de crème fraîche.
-250gr
de azúcar.
-3
huevos.
-un
vaso de zumo de medio limón.
-4
cucharadas de harina.
Precalentamos el horno.
Ponemos
en un bol el queso crema, y lo batimos hasta conseguir una crema suave y sin
grumos. Luego añadimos el azúcar y la crème fraîche y seguimos batiendo para
que se mezcle todo bien.
Ponemos
el jugo de limón y las cucharadas de harina, e igual, batimos un poquito hasta
que sea una crema homogénea.
Una
vez mezclado todo bien, comenzaremos añadiendo los huevos, uno a uno, y con
paciencia, ya sabéis, no se echará el siguiente hasta que el anterior esté bien
integrado.
Vertemos
la mezcla sobre el molde y la metemos al horno.
Diez
minutos a 200º y luego media hora o un poquito más a 100º.
Todo
esto con el horno con ventilador arriba y abajo.
Una
vez pasado el tiempo de cocción, lo sacamos del horno. Esta tarta no se tiene
que quedar dorada por arriba, cuando la saquemos del horno, veréis que se queda
un poco cremosa por en medio, no pasa nada.
Cuando
enfríe, la metemos en la nevera y mientras tanto, vamos con la mermelada de
fresa.
Para
la mermelada:
-400gr
de mermelada de fresa.
-zumo
de medio limón.
-una
hoja de gelatina.
Ponemos
en un cazo la mermelada junto con el jugo de limón a fuego lento. Mientras
tanto, en un tazón vertemos agua fría y añadimos la hoja de gelatina, que la
cubra bien el agua, y a los cinco minutos, sacamos la gelatina, apagamos el
fuego y poco a poco vamos mezclando la lámina de gelatina con la mermelada.
Una
vez no encontremos grumos, la dejamos reposar unos diez minutos, y la vertemos
por la tarta. Y a la nevera.
Yo
para decorar, hice fresones en láminas, pero podéis ponerle lo que queráis, que
esta tarta lo acepta todo ^^
Espero
que os haya gustado.
Un
saludo muy fuerte.
Esther.B
Madre miaa que pastel!! es precioso !! y tiene una pinta... jeje, justo hoy yo también he usado fresas para mi tarta ;) pasate a ver si te gusta, yo me quedo por aqui, te sigo ;)
ResponderEliminarhttp://caminandoentredulces.blogspot.com.es/
Muchas graciias, ahora mismo me paso por tu blog a ver esas fresas jijiji ^^
EliminarDame un trocito que me estoy tomándo un café ahora!!!!!! jajaja Menuda pinta que tiene! Besos guapa!
ResponderEliminarconmuchaidea.blogspot.com.es
Muchas graciiias!!! A la próxima te guardo un trocito.. jijiji
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